Vaticano pide quinua a Bolivia

El Estado de la Ciudad del Vaticano pidió la provisión de quinua real boliviana, y se iniciaron “las negociaciones para su comercialización”, informó ayer a Cambio el viceministro de Desarrollo Rural y Tierras, Víctor Hugo Vásquez.

En ese marco, dicha cartera puso en contacto a los productores nacionales con funcionarios del Vaticano.

Tras la solicitud formal que recibieron las autoridades bolivianas comenzó la etapa de análisis de los volúmenes y precios en que se venderá el grano real, que sólo crece en  la zona ubicada entre los salares de Uyuni y Coipasa.

Agregó que por el momento Estados Unidos permanece como el principal consumidor de quinua nacional. De las 26 mil toneladas exportadas en 2012 el 56% fue a ese país.

“Sin embargo, por la calidad de quinua que tenemos, que es sobre todo orgánica, vamos a incursionar con más fuerza en Europa, y ése será un gran avance en términos de garantizar un precio que le permita vivir bien al sector productivo”, indicó Vásquez.

La promoción de la quinua en varios países generó un aumento en la demanda, lo que llevó a ampliar los volúmenes de oferta sobre la base de la expansión de la frontera agrícola en el sector y el impulso de los niveles de productividad.

Hasta ahora, Bolivia sobrepasó las 10 mil toneladas de exportación de quinua y prevé cerrar el año con 40 mil toneladas, un nivel de ventas que llevará a generar más de los cien millones de dólares previstos a principios de año.

En la campaña agrícola 2013-2014 se prevé superar las 150 mil hectáreas sembradas de quinua, lo que representa un incremento superior al 50% con relación a la campaña precedente (cien mil hectáreas).

En ese marco, el Ministerio de Desarrollo Rural busca junto a los productores elevar los niveles de rendimiento por hectárea cultivada.

Por esa razón, el Gobierno incentiva el uso de la semilla certificada por el Instituto de Innovación Agropecuaria y Forestal (Iniaf).

A través de esto se busca mejorar el rendimiento agrícola con el uso de abonos naturales, como el estiércol de llama, y la práctica de labores culturales relativas al cuidado de los cultivos.

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