Bolivia podría terminar importando quinua como ocurre con la papa

La competencia de Perú y Ecuador como productores tradicionales y la aparición de nuevos productores en Chile, Argentina, Brasil y otros países de Latinoamérica es uno de los principales factores de riesgo para el cultivo de quinua en Bolivia, según un análisis realizado por la Fundación Milenio.

"Además se viene experimentando en países como Estados Unidos de América, Canadá, Francia, Países Bajos, Dinamarca, Italia, Kenia, Marruecos, Australia, China y otros donde están produciendo o realizando ensayos agronómicos para la producción comercial", señala la edición 225 del Informe Nacional de Coyuntura de la fundación.

Milenio advierte que puede pronosticarse que, en un futuro inmediato, Bolivia esté importando este grano de otros productores más eficientes en el mundo. Tal como sucede en la actualidad con la papa, que es originaria de los Andes.

Recomienda aprovechar al máximo todo el potencial en Bolivia, ampliando la frontera agrícola, tomando los cuidados de manejo de suelos y ambiental necesarios, trabajar en un paquete tecnológico en las diferentes fases de producción, comercialización e industrialización.

"En acción conjunta entre Gobierno (ministerios de Desarrollo Rural y Productivo), gobernaciones y municipios, en coordinación con la Asociación Nacional de Productores de Quinua (Anapqui) y otras organizaciones de productores diseñar un proyecto integral, con un financiamiento sustantivo al estilo del Proyecto Lowlands en Santa Cruz que hizo posible el boom de la soya en esa nueva región", aconseja Milenio.

Uno de los primeros sectores identificados que actualmente impulsa el Órgano Ejecutivo es la megaproducción del grano en las regiones próximas a la población orureña de Salinas de Garci Mendoza, donde se tiene un potencial de producción de 8 millones de hectáreas. "Vamos a transformar la actual realidad productiva del país e impulsaremos la producción del grano de oro", dijo el viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Luis Fernando Baudoin.

FRONTERA AGRÍCOLA

Al 2025 deberán ingresar en producción una extensión de no menos de 8 millones de hectáreas que se han identificado en los departamentos de Oruro y Potosí. Para Baudoin, los ingresos esperados por las exportaciones de quinua contemplan montos del orden de los $us 20 mil millones. Para este objetivo también se han desarrollado estudios sobre la demanda del mercado internacional donde prácticamente este producto tiene aceptación y promete constituirse en la plataforma de la erradicación de la pobreza en ambos departamentos, sostuvo la autoridad en declaración exclusiva para EL DIARIO.

El desarrollo del estudio es parte del diseño industrial y de mercado de otros rubros de alimentos básicos, donde el Estado jugará un rol determinante para elevar el aporte de este sector a la formación del Producto Interno Bruto del actual 16 por ciento al 23 por ciento respecto del PIB. El sector de la industria se encuentra estancado desde hace más de una década, reconoció recientemente la Cámara Nacional de Industrias, sin dar visos de reactivación.

NEGOCIACIONES

El Gobierno sostiene intensas reuniones con el sector de los exportadores para la apertura de mercados e iniciar la producción de quinua a gran escala. Un reciente evento realizado en Oruro hizo que una delegación de exportadores de Santa Cruz se hiciera presente para evaluar las perspectivas mundiales de la demanda del producto que se cultiva a alturas superiores a los 4 mil metros sobre el nivel del mar.

Un reciente estudio de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dio a conocer que hasta el presente los únicos beneficiarios de la producción del cereal en Bolivia son los intermediarios, mientras que los productores que se exponen a los riesgos climáticos se quedan con los menores ingresos.

Se calcula que en Bolivia hay 70 mil productores quinueros, la mayoría en Oruro y Potosí, dedicados a cultivar la quinua real. La declaración de Año Internacional de la Quinua (AIQ) apunta a hacer realidad su sueño: conquistar los mercados del mundo y contribuir a la seguridad alimentaria del planeta.

El Diario